Tauramena por tradición, en sus inicios de apicultura ha tenido presencia de
apicultores, iniciando con un sacerdote llamado German quien tenía sus colmenas al lado del templo católico, y las hermanas Agustinas Recoletas, muy cerca del pueblo en la finca San José también trabajaban la apicultura. Alrededor del año 1980
debido a la africanización las acabaron, de ahí en delante de 8 a 10 personas siguieron trabajando con las abejas. En los años 90’ como consecuencia de una enfermedad en la región no conocida que afectó la apicultura, disminuyó casi en su totalidad los apiarios, tan solo quedando una o dos personas.
Desde hace cinco años, analizando la historia de la apicultura en nuestro municipio y su importancia para la conservación de los ecosistemas y protección del medio ambiente, un grupo de personas tomamos la iniciativa de retomar este hermoso arte y con capacitaciones, experiencia nos enamoramos de esta linda actividad.
Por lo tanto, hace 2 años nació la idea de unir nuestros conocimientos, asociándonos con el fin de trabajar unidos para que Tauramena sea fuerte en la actividad apícola y ser competitivos, posicionando así una marca que nos identifique