Después del proceso de jubilación don Eulises cambio sus costumbres rutinarias y
comenzó aprovechando unas tierras. Inicia con el cultivo, procesamiento de la miel y productos de la miel de abejas, luego va poco a poco incursionando con otros elementos como la Guadua, cultivos de frutales y hortalizas, leche, abono orgánico, estanque de peces, para el consumo de los miembros de una familia. Así que don Eulises, un hombre curioso y emprendedor, se dio a la tarea de buscar la forma de seguir produciendo el alimento en su finca, pero sin afectar la salud de su familia ni de sus compradores, o sea sin el uso de insumos químicos. Sin grandes conocimientos, pero con mucha actitud y esfuerzo, investigó a través de internet, y asistió a algunos talleres cuando las lecturas fueron insuficientes, para lograr
convertir una finca familiar, en una granja autosustentable con sus manos y ayudado por su familia. Por el ingenio de este hombre que cambió su estilo de vida, intentando también inspirar y enseñar a los demás.